Este fin de semana tuvimos la oportunidad de visitar unas cataratas que quedan a una hora y media mas o menos saliendo de Lae… a una hora y media en auto desde casa hasta una pequeña aldea donde uno deja la camioneta, y después hay que ponerse la mochila y caminar, y caminar, y caminar hasta que desaparece el camino… y después hay que abrirse paso por la jungla a machetazos y caminar, y machetear, y caminar, y machetear y caminar, y machetear, y caminar.
Este es el puente sobre el río Mackham, el río mas grande de la provincia de Morobe (donde vivimos)
Vista de la catarata, solo el tercio superior (cuando todavía faltaba mucho para llegar)
En realidad la catarata es una serie de caídas y mas que una caída de vertical es como un tobogán que cae en angulo. Tiene aproximadamente 500 metros de altura con varias piletas después de las 3 caídas mas grandes. Las fotos lamentablemente no llegan a capturar la grandeza de estas caídas, ni la caminata por la jungla para llegar hasta allí. Aparentemente somos los segundos blancos de la historia en llegar hasta ahí ( un tal Kym hizo la caminata hace unos 15 años atrás según los locales) Las cataratas ni siquiera tienen un nombre oficial.
Sin lugar a dudas la caminata mas difícil que he hecho en mi vida. Dentro de todo la pasamos lindo, pese a los 40 grados de temperatura, mosquitos y hormigas coloradas y caernos repetidas veces en el barro donde nos hundíamos hasta la cintura. Fue toda una aventura, además porque nos vamos a quejar si nosotros la buscamos.
Al principio éramos 8 personas las que salimos de la aldea, pero a medida que íbamos caminando se fueron agregando curiosos hasta que al fin éramos mas de 20 caminando por la jungla. Subíamos y bajábamos (y no era pavada, en una sección subimos 1,000 metros en 2 Km. o sea que por cada dos metros que íbamos para adelante subíamos 1 metro)
Sin lugar a dudas la caminata mas difícil que he hecho en mi vida. Dentro de todo la pasamos lindo, pese a los 40 grados de temperatura, mosquitos y hormigas coloradas y caernos repetidas veces en el barro donde nos hundíamos hasta la cintura. Fue toda una aventura, además porque nos vamos a quejar si nosotros la buscamos.
Al principio éramos 8 personas las que salimos de la aldea, pero a medida que íbamos caminando se fueron agregando curiosos hasta que al fin éramos mas de 20 caminando por la jungla. Subíamos y bajábamos (y no era pavada, en una sección subimos 1,000 metros en 2 Km. o sea que por cada dos metros que íbamos para adelante subíamos 1 metro)
Caminando por las junglas de Papua Nueva Guinea
Este pedazo de “madera” que tengo en la mano es canela (si, la que usan para cocinar) Nos cortamos un buen pedazo de un árbol que encontramos
Cuando finalmente llegamos a la catarata el agua estaba muy linda y fresca. Vestidos como estábamos nos metimos al agua a refrescarnos un poco. Después descansamos un poquito repusimos un poco del agua perdida (tome 12 litros de agua ese día!) y nos pusimos en campaña para la marcha de vuelta hasta la aldea. Para volver a la aldea fuimos caminando por el arroyo entre grandes piedras y después nos desviamos de nuevo a la jungla para salir en la susodicha aldea 3 horas después.
Por fin llegamos! La catarata esta al fondo.
El agua fresca nos ayudo a refrescarnos y recobrar energías. Los chicos locales nadaban como peces y no podían entender porque estábamos tan cansados! Pero no de enserio, estuvo bueno. Hace tiempo que quería un poquito de aventura así, si no uno se pone muy cómodo y se olvida de lo bueno que hace una buena caminata de macho! jajaja!!!Al llegar de vuelta a la camioneta con nuestra comitiva de guías y curiosos los dueños de la choza donde dejamos la camioneta nos estaban esperando con anana (piña) recién cortados de su jardín. Estaba delicioso. Además se aseguraron de que vuelva a casa con un buen stock de ananas para comer esta semana.
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