29 June 2012

Cumpleaños en Nugu


El domingo fue el cumpleaños de mi señora esposa, el evento del año! Merecía un buen festejo, algo original. Después de meditar unos dias pensé que seria interesante para la familia, que no tienen tantas posibilidades de viajar por este bello país como yo, de tomarnos el fin de semana para conocer una pequeña aldea a la que llaman Nugu, situada a unos 70 kilómetros de lancha hacia noreste de Honiara. Por mi parte yo me paso semana por medio en un avioncito y/o canoa en algún lugar perdido por ahí, pero agradecido por no vivir en una oficina o trabajo de rutinaria ideologia. Pero bueno, también es bueno que ellos salgan de la metrópolis de Honiara en algún momento y vean las Islas Salomón de verdad.
Si son como yo, amantes de los mapas y de saber donde están todas las cosas en este mundo, incluso una aldea de 100 personas llamado Nugu, en google Earth pueden encontrar el lugar en las coordinadas: 
8° 53’ 46.58” S y 160° 00’56.01” E. Cuando me fije en el mapa me llamo la atención que la definición de la foto satelital esta bastante buena, cosa difícil de conseguir en los mapas de la mayoría del Pacifico Sur que todavía están en la era de piedra con la fotografía satelital.  
Organizar una salida así no es muy fácil. Nugu no es exactamente un lugar “turístico” esta fuera de los mapas turísticos de la zona a pesar de llamarse oficialmente Nugu resort. Nos enteramos del lugar por gente que ha estado ahí medio de casualidad o de pasada volviendo de otros lugares. No hay teléfono ni electricidad ni otras formas “modernas” de comunicarse. Tampoco ofrecen un servicio de transporte, barco o lancha del lugar o nada parecido. Así que lo primero que había que hacer era encontrar transporte.
Tuve que hacer varias llamadas telefónicas a ciertos “capitanes” de lanchas de dudosa reputación hasta que conseguí, previo depósito de una suma de dinero, que uno de ellos de la zona y tribu que habita la Islas se pusiera a disposición para llevarnos.
Todo iba a ser un gran secreto pero el miércoles ya no aguantaba mas y le dije a Gissy que había arreglado para ir a Nugu (y donde es eso…?) Yo estaba hasta las manos de trabajo y había que comprar comida para llevar para el fin de semana y hacer los bolsos, así que no podía posponer la sorpresa demasiado.
El viernes a la noche fui a pasar un rato a la casa de un amigo (mi amigo del secundario en Sudáfrica y el que me recomendó el lugar) y se me hizo un poquito tarde, digamos que volví a casa pasadas las 2 de la mañana, unas horitas antes de salir. Pero a bancarselas, todo sea por el happy birthday de mi querida esposa. Temprano me arrastre de la cama y después de un café triple nos dirigimos al club de Yates donde nos encontramos con otras 4 personas que también iban a Nugu y la tripulación de la lanchita, el capitán Sepo y comandante Bob.


Justo antes de que salgamos llego una lancha con unos pescadores que venían a traer pescado al club de Yates (que por cierto hace un pescado asado estupendo y quien no con esos snappers estupendos!) 



Terminamos de cargar nuestros bolsitos y finalmente después de dar 500 vueltas, verificar equipos, combustibles, salvavidas etc. partimos hacia Nugu.
El clima acompaño, había muy poco viento y el viaje fue bastante cómodo teniendo en cuenta que éramos 10 personas en una lanchita de 5 metros con un motor de 40HP en el medio del océano Pacifico. El océano “pacifico”, cuando estas en aguas abiertas en un buen día es el equivalente a el río Paraná en la sudestada mas fuerte del año. La cosa cambia cuando estas cerca de la costa y protegido del viento donde el mar realmente es pacifico. En la travesía de 2 horas de ida tuvimos unos 30 minutos de mar pacifico y unos 90 minutos de mar “pacifico” abierto pero aceptable y pasable. Por más aceptable que sea el viaje siempre es lindo poder bajarse de la lanchita en tierra firme después de que el culo te estuvo rebotando sin cesar durante dos horas contra el asiento de fibra de vidrio. Los chicos ni les cuento lo contento que estaba de haber llegado, aunque tengo que decir que se portaron muy bien durante el viaje sin quejarse, concentrados en tratar de ver la mayor cantidad de peces voladores de su respectivo lado de la lancha… y vimos muchos, muchísimos, son increíbles esos pececitos.



Nugu esta en una pequeña bahía bastante bien protegida del mar abierto por un grupo de islas que están en frente de dicha bahía y un pared de arrecifes. Hay playas de arena amarilla gruesa, limpia y selva tropical que se extiende hasta el borde del agua así que hay mucha sombra. En la playa del complejo tienen hamacas donde uno puede descansar, leer o no hacer nada. Este edificio de la foto es el comedor que tiene una vista magnifica de la bahía.

Nos dieron la bienvenida con un rico jugo apenas nos bajamos de la lanchita verde. También nos obsequiaron unos collares de flores (frangipani y santa ritas), algo muy típico en estas islas del Pacifico Sur. Más de una vez me han obsequiado con estos collares de bienvenida que además de flores tenían hormigas con muchas ganas de probar la carne de mi cuello, pero no esta vez



Hay 3 chozas las cuales tienen para alquilan. Es bastante básico, las chozas son de madera, paredes de cania de bambú entretejidas y el techo de hojas de palmeras. Adentro habia una cama doble con mosquitero y habían instalado dos colchones mas para los chicos en el piso con su mosquitero correspondiente (todavía hay mucha malaria en esta parte del mundo) No tienen baño privado y teníamos que compartir con los otros huéspedes, pero los baños compartidos eran amplios y limpios y hasta tenían inodoro con mochila de agua para tirar la cadena que es un gran lujo en las aldeas. Ducha de agua de lluvia fría nomás pero había en cantidad suficiente y hacia calor así que no había problemas con eso. 


Cuando llegamos vimos que en la bahía estaba anclado el catamarán de un australiano que vive en Honiara y entre sus trabajos hace travesías llevando turistas y demás por las islas Salomón. Hace un par de años pasamos unas horas en este catamarán haciendo un paseo por la costa frente a Honiara con unos amigos mientras mirábamos la puesta de sol (pueden ver eso acá) El catamarán estaba acá con el dueño y su mujer pero nadie mas por suerte. Hacia un buen fondo para las fotos. La gente de la aldea hace artesanías de madera para vender. Estaban todos ocupados creando arte.

Una de las grandes atracciones del lugar es sin duda el mar. Es un placer sumergirse en este mundo que siempre sorprende y que uno aprende a querer cada vez más a medida que se la conoce mejor. Como dice la canción de Evanescence: “el mundo que amo duerme bajo las olas” Esta fascinación marina es por suerte también compartida por mis hijos y la señora cumpleañera. Pasamos muchas horas en el agua que conserva sus 29 grados y una visibilidad envidiable pese a que estuvo bastante nublado en sábado.
Los jardines de corales son fascinantes además de un cardumen de miles de peces que andaban escapando a un grupo de trivalli que los trataba de cazar. El cardumen nadaba en círculos alrededor de nosotros, una muralla sólida de peces rodeándonos por completo como estar en el ojo de un huracán. Aparte de estos había peces payasos en cantidades de todas las especies y hasta una anguila Murray la que fotografié a pesar de sus intentos por morderme. 





Así pasamos el día, disfrutando del agua, la playa y las hamacas. A media tarde se largo un lindo chaparrón, de esos tropicales, intensos pero breves, como para lavar las plantas y borrar las huellas de la arena. Enseguida después salio el sol de nuevo. Paseamos otro rato por la playa. Después otro rato en el agua antes de que se ponga el sol. 







Me gusta la pintura en la puerta del restaurante (que tiene una visita espectacular de la bahía) No te quedan dudas, no importa el idioma que hables, que acá esta la cocina.

Luego de una rica cena de curry de pescado y arroz nos retiramos a la choza. Estábamos bastante fundidos después de un día lleno de actividades así que nos acostamos temprano, antes asegurándonos de que los mosquiteros estuvieran bien extendidos sobre las camas. Pasamos una noche más o menos. Hacia mucho calor y los chicos durmieron bastante mal porque andaban medios excitados por las aventuras del día y porque estaban todos picados por las pulgas de arena cuyas picaduras realmente son bastante molestas. Pero bueno, sobrevivimos y mal que mal dormimos. El Mathy se encargo de despertarnos bien temprano para recordarnos que hoy era el cumpleaños de Mama! Habíamos traído regalos para la cumpleañera en la mochila así que eso, junto a un fuerte coro cantando “Feliz cumpleaños” fue lo primero que recibió apenas abrió los ojos.
Desayunamos la súper torta portátil que traje con nosotros. En realidad es una torta importada de Argentina! 4 alfajores encimados con una vela encima. La torta de “verdad” nos esperaba en el freezer en Honiara para la vuelta.



Después del desayuno nos trasladamos a la playa (o sea bajamos 3 escaleras del balconcito a la playa), tomamos café y jugamos en la arena con los chicos que estuvieron armando una tortuga gigante bajo la supervisión de Gissy. Hubo mas tiempo para hacer un poco mas de snorkel durante la mañana. Encontré estas almejas gigantes, una cosa increíble. Por ese agujero cada tanto salen burbujas. Hay que tener mucho cuidado, una mano o pie atascado en este bicho te puede causar la muerte rápidamente. Una vez que se cierran (y lo hacen sorpresivamente rápido) tardan un buen rato en abrirse.





Después del almuerzo nos dio para algunas fotos más y una ultima caminata por la bahía. Los chicos aprovecharon a darse los últimos chapuzones antes de subirse de vuelta a la lanchita que nos tendría prisioneros durante las siguientes 3 horas que nos llevo volver a Honiara.




El día había amanecido lindo, pero a medida que fue pasando la mañana el mar se puso cada vez más bravo y se levanto bastante viento. Este tipo de clima es menos que ideal para hacer una travesía en una lanchita de 40 HP en medio del mar. Así las olas pueden llegar a los dos metros que es muchísimo cuando uno esta sentado a 30 cm sobre el nivel del mar. La vuelta fue brava. Nos mojamos enteros y el viaje entero nos pasamos azotados contra el asiento y borde de la lancha. Pusimos los chicos en el medio para tratar de protegerlos de las olas que nos rompían en la cara pero a pesar de eso quedamos todos empapados y golpeados por el rebote de la lancha en las olas, además de tomarnos dos litros de agua de mar cada uno cada vez que habríamos la boca para respirar. El viaje de vuelta se hizo interminable, pero los chicos se la bancaron sorprendentemente bien y finalmente llegamos de vuelta a Honiara y a casa.


Después de enjuagar las cosas, acomodar la comida que sobro y darnos una buena ducha llego la hora de la segunda celebración de cumpleaños del día. Esta es la torta de cumple de este año. Como siempre la torta helada oficial. Este año hice una torta de chocolate que salio buenísima así como estaba nomás. Pero no seria torta de cumple si no era helada, por lo que la corte en tres porciones, la bañe con café y la rellene con helado. Para la cobertura medio kilo de chocolate águila argento, mantecol arriba y otro baño de chocolate águila blanco arriba (que me quedo amarillo y los chicos pensaban que era cera de la vela!). Salio muy rica, lastima que no se aprecia bien en la foto porque el chocolate se escarcho un poco por el cambio de temperatura entre el freezer y los 30 grados que hacia afuera, pero eso no cambio el gusto.
Y así paso otro año de vida de la señora que me cuida y me reta, un poco esposa y un poco madre para mí, madre full time para los pibes míos. Que suerte que la tenemos con nosotros, la amamos mucho!



25 June 2012

Cumple de Emily


El domingo pasado celebramos el cumpleaños de Emily en casa. Fueron solo unas 7-8 amigas cercanas, el otro cumple ya lo habíamos hecho en la escuela el jueves pasado. El lema del cumpleaños era relacionado a todo lo que tiene que ver con las sirenas y el mar. Arreglamos un espacio en el lavadero debajo de casa que es bien amplio. En un rincón preparamos una sección de playa con caracoles, peces de plástico, arena y un trapo azul que simulaba el agua. Después había una red en el techo con peluches en forma de delfines, peces y pulpos que los chicos ya tenían de antes. En el fondo colocamos lava-lava (trapos que se usan aquí en las Islas Salomón como vestidos) con estampados acorde al lema, globos por todos lados, cintas de colores y dos carteles de feliz cumpleaños en ingles y español.
La cumpleañera se vistió con su traje de sirena y su hermano de conjunto naranja y con un gorro de nemo (que veo ahora que no salio en ninguna foto).

Las nenas empezaron a llegar a eso de las 2 de la tarde. La primera actividad consistía en pintar y decorar dibujos de sirenas y peces. Nemo (de plastico) proveía una constante lluvia de burbujas de jabón gracias a su cuerpo impulsado por pilas duracel.



Después llego la hora del tesoro escondido, donde las nenas (y Mathy) tuvieron que recorrer el jardín en busca de monedas de oro que escondimos. Cada moneda de oro encontrada se podía cambiar por un caramelo.




Después de la intensa búsqueda de monedas de oro en la isla de los piratas llego la hora de la piñata con más caramelos y mucha harina.
Durante la fiesta hubo un terremoto de 5.7 a unos 100 kilómetros de Honiara que aparentemente todo el mundo sintió, pero nadie de los que estábamos en casa sentimos nada, quizás porque estábamos corriendo. No se, menos mal que no sentimos nada y la fiesta siguió viento en popa. Igualmente no fue para tanto y ya estamos todos acostumbrados a los estirones que se pega la tierra por estos lados después de una buena siesta.


Luego llego la hora de ponerle la cola a la sirena con los ojos vendados.
Después de varios otros juegos (no puedo poner fotos de todos) como saltos en el trampolín, pasar el paquete y sillas musicales llego la hora de la torta. La torta una obra de arte que hizo Gissy. Sobre una cobertura de mazapán azul clarita  agrego un fondo marino de delfines, peces y algas marinas también en mazapán teñido de colores. Finalmente sobre la torta una muñeca sobre la cual fabrico una cola de sirena de fruit rolls y la sirena la sentó sobre un caracol y apoyo sobre coral. Up poco de azúcar negra creo la arena y los caracoles al borde de la torta completaron la pieza central de la fiesta.


Todos felices, mas que nadie la cumpleañera a la cual queríamos agasajar y felicitar recordando que hace 7 años en una muy fría mañana de martes, a 16.000 kilómetros de estas islas tropicales nacía una personita que nos hizo padres y cambio nuestra vida para siempre.