30 September 2011

9-11

Antes de que termine septiembre quería postear sobre uno de los grandes eventos de la historia mundial. Hace 10 años caían las torres gemelas en el centro de Nueva York. En facebook me aburrí de leer como cada uno se acordaba de lo que estaba haciendo ese día. Algunos me preguntaron que hacia yo. El 11 de septiembre del 2001 y el 9 de abril del 2003 son días que recuerdo vividamente y que tienen mucho y nada que ver entre si. 
Aquí esta mi historia, lo que yo viví y sentí esos dos días, comparando escenarios, recordando. No se cuantos van a leer esta historia completa, es larga y a veces se hace tedioso leerla en la compu.  De antemano pido disculpas por los horrores de gramática que quizás encuentren en el camino. Para los que se animan acá esta:

La muerte
Por: R. Schneider


Año 2001:
Apretó fuertemente el embrague con mi mano izquierda mientras en sincronía pateo el cambio de la moto, rebajando de sexta a quinta, de 170 Km/h a 140, de cuarta a tercera, de 140 Km/h a 80. La moto ruge como una leona herida. Suelto el embrague rápidamente y repito la acción, paso de de segunda a primera. La moto ruge nuevamente, pero mas suave, ahora mas coordinada con la velocidad con la que ingreso al pasto seco de invierno que cubre el estacionamiento de atrás del hospital. El que se reserva para los empleados. La escarcha sobre el pasto cruje bajo el peso de la moto. Un sonido casi imperceptible, tapado por el latido del corazón de mi caballo metálico. Apago el CD player que tengo en mi campera, que conecta a los audífonos en mi casco. La voz de Andrés Calamaro muere a media canción “Me arde, me arde, es tarde para curarme, me arde, me quema, dejé la sangre en la arena…”
A pesar de ser septiembre continúa el frío intenso. “Que frío de mierda” pienso mientras bajo de la moto, tieso luego de un recorrido de 25 kilómetros a las 6:00 a.m. y con 2 grados bajo cero de temperatura. Con un giro de mi mano derecha le corto la vida a la moto. Queda en silencio. Mientras me saco el casco, la bufanda, y las dos camperas observo como el aire gélido golpea contra el calor intenso del motor y se eleva el vapor sobre el tanque de nafta de color negro metalizado y sobre el asiento del mismo color. El gorro de lana me lo dejo. Todavía estoy con la cabeza rapada. La pelada fue un regalo de mis amigos para festejar la culminación de mis días de estudiante de medicina.


Año 2003:
Apretó fuertemente el embrague con mi pie izquierdo mientras que en sincronía rebajo el cambio de la 4x4, tercera a segunda. La 4x4 hace poco ruido. De 40 km/h voy a 20. Suelto el embrague rápidamente y repito la acción, paso de segunda a primera. La 4x4 es lenta, el motor diesel ronronea mientras la maniobro sobre el pasto seco, bañado por el sol tropical que despierta detrás del centro de salud. Queda regulando como un rinoceronte entre la maleza. Grande e imponente. Aplasta el pasto seco, sediento bajo sus enormes ruedas. Apago la radio de onda corta. La voz pedante del interlocutor de la BBC, de pesado acento inglés británico muere.
Es abril y el calor agobiante continúa, como todo el año. “Que calor de mierda” pienso mientras bajo del vehículo, tieso luego de un recorrido de 125 kilómetros a las 6:00 a.m. y ya con 32 grados de temperatura. Con un giro de mi mano derecha le corto la vida al motor. Queda en silencio.
Me acomodo la camisa, ya mojada de sudor. El aire caliente crea espejismos de agua en la distancia. El polvo que levanté en el camino flota en el aire, por arriba del techo del vehículo que una vez supo ser blanco. Me saco el gorro y me seco el sudor de la frente. Me ato el pelo con una goma para que no me caiga sobre la cara. No tengo donde cortarme el pelo, está largo. Soy médico en África.


Año 2001:
El aire tibio dentro del Hospital me pega en la cara cuando abro la puerta. El pasillo con baldosas claras y limpias resplandece. Me dirijo a los cambiadores. Hay muy poca gente en los pasillos. Algunas enfermeras levantan la mano en saludo cuando paso por sus estaciones. Sus uniformes están inmaculados, blancos, a pesar de haber estado trabajando toda la noche. Sus caras cansadas, con ganas de terminar su turno y volver a sus hogares, aún sabiendo que, en la mayoría de los casos, al llegar todavía tendrán que prepara el desayuno a sus familias, despertar a sus maridos y llevar los niños a la escuela antes de poder descansar.


En el vestuario me saco el buzo, la camiseta, el pantalón. De mi mochila saco un pantalón claro, camisa azul oscura y guardapolvo impecable, bien planchado, blanco como la escarcha que está afuera. Me visto de prisa. Entran Fernando, Pablo y Esteban. Nos saludamos cordialmente, un toque en el hombro, una palmada en la espalda. Pablo está hablando de un programa en la TV que miró anoche “… y el tipo ve como se llevan su auto en un tren. Casi los mata a los que operaban la grúa. El tren se iba con el auto arriba. El tipo le dice- no, señor, ese tren se va para Jujuy, no vuelve más. El tipo a los gritos diciéndole- Hijo de puta, pará el tren, cada vez más caliente. Empieza a darles patadas a los tipos que operaban la grúa hasta que por fin salen a decirle que era todo una joda, que no se preocupara que el auto ya volvía.” Pablo se atraganta de la risa, le falta el aire y le caen lágrimas de los ojos. Nosotros también nos reímos del infortunio del tipo del auto y de cómo no se había dado cuenta que era todo un chiste elaborado, una joda.


Año 2003:
El aire en todos lados es igual, caluroso, seco. Me agacho para entrar a la choza que es el centro de salud. El piso de barro está seco, polvoriento. No hay cambiadores, pero no lo necesito porque ya estoy vestido, listo para afrontar el día. Están los pacientes afuera, esperando desde la madrugada. No hay lugar adentro para que se sienten. Los enfermeros están atendiendo los primeros pacientes. Me saludan con una sonrisa, me dan la mano, se los ve felices a pesar de haber estado trabajando toda la noche. Sus caras reflejan el cansancio, están con ganas de terminar su turno, pero acá no hay turnos, son sólo ellos, 7 días a la semana 24 horas al día. En sus casas son otros los que le dan de comer a sus hijos, los que trabajan en sus cultivos de subsistencia. No hay escuela para sus niños.
Me estiro la camisa arrugada, un poco manchada. Busco el estetoscopio. Joao, Jose y Mateus están charlando. Paran de hablar un instante para saludarme, me tocan el hombro, me dan una palmada en la espalda. Mateus está contando sobre un ataque a su aldea la noche anterior “…y el tipo les dice- no, por favor, lleven mi dinero. Pero los tipos lo ignoran. Le pegan un culetazo en la sien con el AK-47. Le gritan- Hijo de puta, vos no nos decís lo que nos llevamos o lo que no, nosotros hacemos lo que queremos. Lo patean y lo dejan casi muerto al costado del camino.” termina diciendo Mateus. Nadie se ríe. “¿Nadie le vino a decir que era una joda después de hacerle eso?” pregunto yo, sarcástico. Mateus, Joao y Jose me miran. “No es una joda doctor, es la realidad,” dice Mateus.


Año 2001:
A las 6:30 a.m. estamos todos en la salita de residentes de cirugía. Residentes e internos todos con ojos pesados, caras de recién levantados. El jefe de cirugía nos hace presentar los casos que atendimos el día anterior. “En la pieza 302, el Señor Gonzáles, 55 años de edad ingresa el día de ayer con un cuadro de fiebre, dolor subcostal derecho, náuseas y vómitos…” digo yo… “en la ecografía se detectan una vesícula inflamada y sombra de piedras múltiples. Se lo ingresa a cirugía a las 16:30…” sigo hablando, nadie me mira, algunos parecen dormitar mientras sigo con el monologo “… evolución estable, sin fiebre durante la noche.” Termino. Le toca a Fernando presentar su paciente ahora. Nadie lo mira, dormito mientras Fernando hace su monologo.


Año 2003:
A las 6:30 a.m. estamos todos sentados en el suelo bajo un árbol de mango. Todos con ojos pesados, caras de no haber dormido en semanas Yo les hago presentar a los enfermeros los casos que atendieron el día anterior. Joao presenta primero, “Anoche ingresa el paciente llamado Rubén, lo ubicamos debajo de la ventana que da al sur. No sabe su edad. Nació antes de la independencia así que tiene por lo menos 30 años. Ingresa con fiebre, dolor debajo de las costillas del lado derecho, náuseas y vómitos…” continúa Joao “…leí el libro de texto que trajo el doctor y para mi que era una vesícula inflamada, probablemente ya rota” Joao continúa con su monologo, nadie lo mira, algunos parecen dormitar mientras sigue con su monologo “Le dimos antibióticos y anti-inflamatorios para enfriar el cuadro, pero durante la noche falleció.”
Le pido a Mateus que presente su caso. Mateus empieza. Nadie lo mira, cierro mis ojos mientras Mateus hace su monologo.


Año 2001:
“Vos y Pablo vaya a curar a Alfredo,” nos dice el jefe de residentes. “Cuando terminen se vienen para cirugía que necesito ayuda con la colonostomía de hoy y después hay un par de vesículas para hacer.” Pablo y yo salimos de la salita y nos dirigimos al piso de arriba. Caminamos sobre las baldosas color crema, relucientes. Vamos a la pieza 308, la pieza donde está internado Don Alfredo, el abogado. Don Alfredo fue operado de una fractura de fémur en otro Hospital. La cirugía no evolucionó bien. Estuvo postrado muchos días, en ese Hospital no lo cuidaron, no lo rotaron regularmente. Se le fue formando úlceras por presión, escaras, en las caderas y glúteos. Cada vez más grandes, cada vez más podridas. Finalmente la familia lo trajo a este Hospital con la esperanza que se le pueda hacer algo.
Don Alfredo está dormido. Después de una gran mejoría la semana pasada se nos vino en picada. No responde más a los antibióticos que le estábamos dando. Hicimos cultivos de las escaras y cambiamos por tercera vez de esquema antibiótico, pero no parece funcionar. Don Alfredo se nos está escapando. Preparo la jeringa con la meperidina mientras Pablo organiza las cosas que necesitamos en la mesita de curaciones. Gasas, amuchina, gasas yodadas, gasas cubiertas con antibiótico amarillo, tijera, bisturí, perita para hacer lavajes, bandejas arriñonadas.
Don Alfredo se despierta medio desorientado. Cuando enfocan sus ojos nos mira. Tiene una sonrisa apenas perceptible, triste “Buen día muchachos, parece que ustedes viven acá en este Hospital, están todo el tiempo encima mío.” Hace una pausa y continua “No se porque siguen con esto, yo ya estoy terminado, no da para más. Hoy no estoy bien.” Nos dice.
Lo miro a Don Alfredo. Hace 3 semanas que todas las mañanas y todas las tardes lo curamos. Don Alfredo, el abogado, reconocido y admirado luego de una exitosa carrera de 40 años. Llora de dolor cuando lo curamos a pesar de la meperidina, a pesar de que tratamos de ser lo mas delicado y cuidadoso posible. Arde, duele, más de lo que nos podemos imaginar. El no está más en control, está postrado en la cama. Le inyecto 3ml de meperidina en el suero. Me siento al lado de su cama. Le tomo la mano, le digo que va a estar bien, que todos estamos intentando hacer lo mejor que se puede para que se reponga pronto. Le cuento que ayer la vi a su nieta, la Yanina con sus 4 años, corriendo las palomas en el parque del hospital. “Cuando esté mas grande va a tener que sacar la escopeta para mantener a los chicos alejados,” le digo. El sonríe, está cansado, la meperidina está haciendo efecto. Me suelta la mano y me dice, “Esta es la ultima vez que me curan, así que hagan un buen trabajo chicos.”
Pablo me mira de reojo, está preocupado. Lo miro, no nos decimos nada. Don Alfredo espera el dolor con los ojos cerrados, quieto en la cama. Empezamos a limpiar la escara de la izquierda, un hueco más grande que mi puño cerrado. Hay que cortar más músculo necrótico, negro, podrido. La escara de la derecha está peor aún. Limpiamos, desbridamos. A Don Alfredo se le caen las lágrimas, le duele mucho pero no hace ningún sonido. Ya no nos putea como lo hacia la semana pasada. Finalmente terminamos. Dejamos los instrumentos ensangrentados apilados sobre la mesa. Don Alfredo parece dormido. Nos acercamos con Pablo. Le tomo la mano, Pablo lo llama despacio “Don Alfredo, ya terminamos, nos vamos. ¿Necesita alguna cosa?’” El abre los ojos, “Gracias chicos por cuidarme estas tres semanas. Van a ser buenos médicos ustedes.” Le doy un beso en la frente antes de salir del cuarto, no se porqué, es la primera vez que lo hago.
Vamos de prisa a cirugía, son las 8:30. Nos cambiamos, nos lavamos, entramos. Sostenemos clamps, pasamos tijeras, miramos, nos preguntan cosas, se enojan cuando no sabemos. Después de la cirugía nos dejan cerrar el tejido subcutáneo y la piel. La instrumentista se enoja porque usamos mucha sutura y somos lentos.


Año 2003:
“Jose y yo vamos a atender la mujer que entró recién con el bebé que no quiere salir,” les digo a los enfermeros. “Después de ver a los pacientes que están esperando se vienen para la salita de curaciones así me dan una mano con los partos y las suturas que hay que hacer allá.”
Jose y yo entramos en la choza, los pacientes están acostados en colchones que se apoyan sobre el piso de barro. En el fondo de la choza, detrás de una cortina y sobre la mesa de madera esta acostada Teresa. Teresa madre de 6 niños. Teresa entró en trabajo de parto hace 18 horas en su casa ubicada a 6 horas de caminata de este centro de salud. Cuando las parteras tradicionales vieron que el bebé estaba totalmente atascado dejaron que la familia la traiga con la esperanza de que pudiéramos hacer algo por ella.
Teresa esta totalmente exhausta, el bebé inmóvil dentro de su vientre. El estetoscopio de Pinar revela que el bebé tiene un débil latido cardíaco, demasiado lento e irregular. Le digo a José que prepare un suero y se lo de ahora mismo. Le pido a otro enfermero que me traiga todo el instrumental que tenemos disponible. El corre a buscar la olla a presión donde esterilizan todo el instrumental quirúrgico. La presión arterial de Teresa cae, está solo semi-conciente. No hay sangre para pasarle. La anestesia que tenemos no sirve para hacer una cesárea, menos con la presión como la de Teresa. El Hospital está a 125 Km. de distancia, por lo menos 3 horas de viaje en las condiciones que están las rutas. Teresa se nos va. Al bebé tampoco le va nada bien.
Le agarro la mano, le susurro en el oído en portugués quebrado por mi miedo y frustración que todo va a estar bien, que aguante. Teresa no me escucha, la presión sigue cayendo. Le doy un beso en la frente. Los puteo a los enfermeros en portugués “¿Por qué no tienen las cosas preparadas?,” les pregunto subiendo el tono de mi voz, “¿por qué son tan lentos?.”


Año 2001
Salimos de la colonostomía a las 11:30 para ir a escribir las historias clínicas del día.
En la enfermería todos están con los ojos fijos sobre la pared de donde cuelga el televisor. Una y otra vez pasan imágenes de un avión que choca contra un edificio, el edificio en llamas. Rápidamente cambia a otra imagen que dice “Live” donde se ve gente corriendo despavorida alejándose de los edificios en llamas. No entiendo nada. Alguien nos dice “Se viene el fin del mundo” Estoy confundido, Pablo mira el televisor y trata de escuchar lo que dice el locutor. Me doy media vuelta para hablar con Fernando que está atrás nuestro explicándonos lo que está pasando. Detrás de Fernando la puerta de la pieza 308 esta abierta. Salen dos médicos en silencio. Guardapolvos blancos y corbata, sello de internistas. Detrás de ellos salen dos enfermeras empujando el carrito de resucitación lentamente. Lo agarro a Pablo del brazo, lo arranco de su hipnotismo. Lo doy vuelta, no puedo hablar, le señalo la pieza. Caminamos hacia el cuarto de Don Alfredo, las enfermeras nos dicen algo, no escuchamos. Don Alfredo está en la cama, inmóvil, blanco Su bata rasgada, pecho expuesto. “Tuvo un infarto,” nos dice una de las enfermeras. “No pudimos hacer nada.” Nos acercamos a la cama. Tomé la mano de Don Alfredo entre las mías, estaban ya frías. Por la puerta podíamos ver la televisión que mostraba las imágenes de las torres que se colapsaban.


Año 2003:
Llega el enfermero con los instrumentos. Lavamos el abdomen de Teresa con yodo. Me salpico toda la camisa transpirada, no me importa, estoy acostumbrado. Teresa está totalmente inconsciente. Empiezo la incisión sin anestesia, sin campos estériles. Jose separa la herida que voy haciendo. Sangra, no me detengo a atar las arterias. Presiono las arterias y venas sangrantes con pinzas hemostáticas y las dejo ahí. Sigo cavando en el abdomen de Teresa buscando la vida dentro del cuerpo muerto. Uno de los enfermeros espanta las moscas. Tengo el pelo empapado, caen gotas de mi cara, no se si es transpiración o lagrimas, no veo. Finalmente llego al útero. Lo abro con los dedos, manoteo en desesperación tratando de sacar al bebé que está ahí adentro. Se lo paso al enfermero que rápidamente corta el cordón umbilical, le limpia las vías respiratorias, lo trata de reanimar, de darle vida. El bebé queda inmóvil, pasan los minutos, no se mueve. Está azul, esté frió, está muerto. Teresa ya no sangra más. Su piel negra como el carbón está fría, está muerta.

Dejo todo. Camino lento hacia la 4x4. Me siguen las miradas de decenas de pacientes que esperan que se los atienda. Miran mi camisa caqui bañada de sangre, yodo y transpiración. Salí caminando con los guantes puestos sin darme cuenta. Me los saco con disgusto, no se donde ponerlos así que me los meto en el bolsillo del pantalón. Me siento en la camioneta, prendo la radio para avisar a base del deceso, de los decesos, para hablar con alguien. La radio quedó sintonizada a la BBC. La voz pedante del inglés me habla, me cuenta que ha caído Bagdad, que los aliados han vencido en su guerra contra el terrorismo. Están entrevistando a un político experto. El tipo habla. Yo sentado en el asiento, transpiro. El sudor se mezcla con la sangre de la manga de la camisa y me corre por los dedos. “…la venganza por las muertes causadas durante el ataque a las torres gemelas...” dice el experto “…por ese día trágico en septiembre del 2001…esta conquista nos dará un mundo más seguro para nuestros nietos, nuestros hijos, para nosotros…”
Me quedo congelado en el asiento. “Hijo de puta,” le grito. “no entendés nada.
Continúo hablándole, gritándoles, a ellos, al mundo.

“Caen las torres en Nueva York, cae la estatua de Sadam en el centro de Bagdad. Gana la muerte en las sofisticadas avenidas de Nueva York y en la polvorienta plaza de Bagdad. Gana la muerte sobre la cama de un pulcro Hospital de última generación y sobre la mesa de madera dentro de una choza de barro perdida en la selva Africana. Gana la muerte, siempre.

26 September 2011

Después de varios días de sequía este fin de semana empezó a llover brindando un poco de alivio a los pastos sedientos de esta isla. Es el comienzo no oficial de la época de lluvias, el viento del Este lentamente se ira calmando y el mar entrara en sosiego, casi como si fuera una enorme pecera.
El viernes fue el último día de clases del cuatrimestre para los chicos. Ahora vienen dos semanas de vacaciones antes del último empujón del año. Durante el último día de clases se festeja el día de deporte en la escuela. Woodford tiene 4 equipos y a los chicos se los asigna a uno de estos cuando se inscriben en la escuela. Los nombres de los equipos son aquellos que llevan los ríos más importantes alrededor de Honiara. Emily es del equipo de Mataniko (color rojo), el río que tenemos que cruzar todos los días para ir a la escuela y trabajo. Esta en el centro de la ciudad, un caudal de agua y basura que desemboca en el mar, a 50 metros del puente. El grupo verde lleva el nombre de Punja, después esta el azul que es Tenaru y el amarillo que es el equipo de Lunga.
La Emily tenia el apoyo familiar en la forma de su hermano con su cartel y sus gritos desaforados “Go Emily, GO!” que solo un hincha de origen argentino puede producir. Que buen complemento que hará este pequeño hincha al gran Club Atlético Boca Juniors! Hay que ir entrenándolos de a poco… GO Boca, GO Pumas!
Hacia mucho calor, el sol azotaba desde el cielo claro y los chicos se descosían corriendo en cada carrera. Los padres transpiraban bajo la sombra de los árboles gritando indicaciones y aliento. Pero creo que todos la pasaron bien (yo solo estuve un rato y me tuve que volver a trabajar). Los chicos se fueron felices por haber podido participar y ganar alguna cosita, comer y tomar porquerías y haber pasado un rato con sus amigos antes de separarse por unas semanas de descanso.
 Apoyo fraternal incondicional
 Casa de Mataniko en la escuela. Preparandose para las carreras
 Un ratito de juegos en el nuevo parquecito de la escuela entre las carreras.
El sábado estuvimos en la Iglesia por la mañana y a la tarde salimos a dar una vuelta por la ciudad recorriendo unos barrios que todavía no habíamos visitado. El día estuvo pesado, ventoso y gris. A la noche miramos el partido de rugby entre Nueva Zelanda y Francia mientras los chicos se turnaban para jugar a Angry birds en mi ipod touch y después miraban unos dibujitos.
El domingo amaneció envuelto en lluvia torrencial que no paro hasta media mañana. Cancele mi buceo semanal (no vaya a ser que me moje) y me quede en casa haciendo panqueques con un dulce de leche casero que hice hace unos días. Panza llena, corazón contento.
La Emy tuvo una fiestita de cumpleaños de una amiga al mediodía, hasta entrada la tarde. Mientras Gissy la llevo a la Emy yo me puse a hacer el asadito del domingo, no muy temprano porque estaban los panqueques dando vuelta todavía. Que lindo es hacer una asadito bajo el techito mientras cae una suave llovizna, es lo mas cercano a una sensación de frió que logramos por estas latitudes (a pesar que hacia 28 grados) Con ese clima da mas ganas de hundir los dientes en un buen pedazo de pollo bien condimentado, batatas y zapallo hechos a las brazas y chorizos italianos. Para bajar el asadito nos tomamos unos mates mirando el partido de rugby entre Fiji y Samoa. Después nos fuimos a buscar a la Emy al hotel donde estaban festejando el cumpleaños de la amiga.
Cuando volvimos a casa hice una intensa sesión de ejercicio y para las 18:30, salía de la ducha. Mientras me cambiaba y ponía la remera de argentina escuchaba el himno nacional que sonaba en la TV. Frente a la TV pase la próxima hora y media, sentado al borde del sofá y atragantándome mas de una vez con los restos del asado del mediodía. Cuando parecía que nos despedíamos de la las Islas de Nueva Zelanda apareció el milagro y Argentina concreto el único try del partido que hizo toda la diferencia, la diferencia total de 1 solo punto que nos coloco por arriba de Escocia y nos deja a un solo paso de los cuartos de final. Cuartos de final que posiblemente nos enfrenten con Nueva Zelanda, pero bueno, hoy por hoy pareciera que a cuartos llegamos… a pura garra, a puro PUMA.

20 September 2011

Peter Pan and the 1,000 days project

This video is for those that wonder what I do all day at work. We try to be Tinker Bell to all the little Peter Pans of the Pacific to the best of our ability through the 1,000 days program. This is my passion, what I love to do and why I'm here. World Vision Child Health Now Campaign.

Del fin de semana

Paso otro fin de semana con muchas actividades. Los chicos andan un poco engripados estos días. Primero empezó el Mathy con tos y moco, ahora esta la Emy, pero por suerte es algo leve y andan de buen espíritu y sin fiebre. Esta todo muy seco y han estado quemando bastante todo el pastizal en los alrededores de la ciudad. Hace un par de días prendieron fuego la colina que tenemos frente a casa, el viento de repente cambio de dirección y la pared de fuego se nos vino encima, muy parecido a lo del año pasado (justo para esta misma época) Por suerte se fue extinguiendo antes de ingresar a nuestro jardín. Ayer de nuevo algún incapacitado mental prendió fuego del lado de la casa donde esta el generador y casi se nos prende fuego la casa porque, igual que hace unos dias, el viento cambio de dirección de repente y se vino el fuego encima. Gissy, el guardia y un montón de gente que estaban pasando estuvieron trabajando más de dos horas tratando de controlar el fuego. Tuvieron que usar casi toda el agua del tanque que sacaron a baldazos y usando la manguera para mantener las llamas fuera del alcance de la casa. En fin, lo que quería decir es que el humo y el polvillo generado por la sequía parecen afectar las vías respiratorias y andan muchos atacados y con alergias.

El sábado a la noche estuvimos de fiesta en la casa de mi amigo Marlon. La mitad de la población extranjera de Honiara estuvo invitada. Fue una fiesta de despedida para el Embajador de Inglaterra que se esta yendo en unas semanas, la despedida de Laura, novia de nuestro amigo Español Samuel, y también para que Marlon y Sonia presenten oficialmente su nuevo hogar (algo que parece que los diplomáticos acostumbran a hacer) aunque hace ya 6 meses que están acá. La temática era “fiesta tropical” por ende todos nos teníamos que vestir de acuerdo al lema. Gissy me consiguió una camisa Hawaiana azul con flores blancas en el negocio de segunda mano. Quede hecho un machazo, parecía Mágnum PI (me faltaba la Ferrari y el bigote nomás) Gissy estaba muy linda con un vestido corto blanco que compro en Malasia y unos adornos (collar y pulseras) de caracoles. Estos adornos de caracoles que consiguió, se usan tradicionalmente aquí en las Islas Salomón, como parte de pago de parte del novio para su futura esposa. La mujer los utiliza como adornos el día de la boda.
Me doy cuenta que no sacamos ni una foto, ni de Gissy (que es la que vale la pena ver) ni de mi llamativa camisa floreada (se las debemos) Finalmente conseguimos a una chica que cuide de Emy y Mathy el sábado de noche después de una minuciosa búsqueda. Después de dejar las indicaciones, preparar las cosas de los chicos para que tengan todo a mano y ponerles unos dibus rumbeamos para la fiesta. Al llegar varios me felicitaron por la aplastando victoria Argentina sobre Rumania en el partido de rugby de la tarde (como que yo hubiera jugado!). Había varios Sudafricanos contentos con su aplastante triunfo ante Fiji esa tarde (a su vez felicitados por mi persona como si ellos hubieran estado corriendo, empujándose y pateándose contra los Fijianos) y todos nos reímos muchísimo de los Australianos (que conformaban 70% de la población de la fiesta) por su aplastante derrota frente a Irlanda la cual tuvimos el placer de apreciar en vivo y en directo en la pantalla plana de mi amigo Marlon, primer secretario de educación de la embajada Australiana en las Islas Salomón. El partido perdido hizo poco para aplacar el espíritu festivo de los Ozzies, en su mayoría solteros con pocos compromisos para el día siguiente y sin niños, por lo que para la medianoche habían pocos que caminaban derecho, menos que tenían capacidad de mantener una conversación coherente y ya muchos metidos en la piscina, así que, como dos viejos chotos, con Gissy fuimos rumbeando para casa.

El domingo temprano me fui con un grupo a bucear y terminamos de nuevo en el submarino Japonés. Hace rato que tengo ganas de explorar un avión (B-17 bombardero) que derribaron los Japoneses (algo de los Aliados tenían que hundir los amigos del arroz) y que esta bastante accesible desde la misma costa. Este domingo el plan era ir para allá (B-17), pero el grupo con el que fui a bucear me cambio el rumbo y terminamos de nuevo en el submarino que ya visite hace dos semanas. Dentro de todo estuvo bien aunque el grupo en su mayoría estaba compuesto por unas minas bastante histericonas y significativamente bobas para no decir ultra-pelotudas. Del tipo que canta “we all live in a yellow submarine” durante media hora en el auto cuando íbamos camino al submarino y que nombra a su equipo de buceo “Señor Burbujas” o ese tipo de nombre pelotudo. Totalmente desorganizadas, llegaron tarde y prepararon todo a último momento desperdiciando un montón de tiempo. Para colmo una de las chicas no reviso su equipo antes de salir y cuando finalmente llegamos a la aldea y armo todo se dio cuenta que el regulador perdía aire por todos lados. Imposible bajar así, por ende tuvimos que esperar casi dos horas que salga un grupo de buceadores que recién estaba entrando al agua cuando llegábamos nosotros y pedir prestado un regulador que por suerte nos dieron con gusto. Uno del grupo tenia una cámara espectacular y saco varias fotos que espero que me mande pronto así pongo alguna aquí. Pero bueno, una salida que nos hubiera llevado no más de 3 horas (entre viaje y la hora de buceo) se hizo de 7 horas (perdí casi todo el domingo) por la mala planificación.

Esta mañana estaba manejando para el trabajo y escuchando la radio local. Durante las noticias estaban reportando que se ha observado un pico en el número de cocodrilos de agua salada y tiburones (martillo y tigre) en las playas alrededor de Honiara. Instaban a que la gente tenga extra precaución cuando anden por la zona. Con los tiburones esta todo bien, pero me preocupa bastante el tema de los cocodrilos que son imprevisibles y tienen muy mal carácter…. Habrá que mantener los ojos bien abiertos bajo el agua y el cuchillo en mano hasta nuevo aviso.

15 September 2011

Kira-Kira

Kira-Kira (que nombre que se eligieron eh!) Es la capital de la Islas de Makira. Se localiza al sur de nuestra isla, Guadalcanal. Esta es la primera vez que viajo para acá. World Vision tienen una presencia importante en la isla basada en sus proyectos de educación para niños y adultos y desarrollo económico que operan hace ya tiempo. Sin embargo como todas las islas de este país, Makira tiene un déficit importante en lo que concierne a salud, más específicamente salud materno-infantil. Después de una corta negociación con el gobierno de Australia remarcando la necesidad de hacer algo por esta gente, la organización que maneja el tema de ayuda Humanitaria dentro del gobierno Australiano (AusAID) nos informaron que una vez que pagaron sus cuentas de hotel y lujosas comidas en restaurantes de 5 estrellas se encontraron que les sobraban 1.6 millones de dólares y si nos interesaba este cambio para hacer un proyecto es esa isla. Yo contento acepte y por eso estoy ahora acá visitando para hacer los contactos necesarios que nos llevaran a comenzar este proyectos en octubre. Lamentablemente esto involucra hablar con los políticos locales de turno para negociar el proyecto. Como yo digo, los políticos son una especie aparte y hay que tratarlos con guantes. Si vas delante de ellos te cogen y si vas atrás te cagan, es difícil ganarles a esta especie de semi-humanos.
La otra parte de mi visita involucra un aspecto mas placentero que es una sesión de entrenamiento para los empleados de World Vision de esta oficina cubriendo temas como hipertensión arterial, diabetes, enfermedades de transmisión sexual y tuberculosis. Mas o menos lo mismo que hice hace unos días en Malaita.
Salí de Honiara el mediodía del lunes en el DASH-8, un avión que ya casi es como casa. Me gusta ese avión, tiene dos hélices así que tenes el doble de posibilidad de seguir en el aire si falla uno de los motores. Esto es diferente en otro avión en el que vuelo frecuentemente, el Twin-Otter. El Twin-Otter que aparte de tener el nombre mas estupido de la historia, es mucho mas chico y hace un ruido que parece que te estan taladrando el cerebro durante todo el vuelo. Tambien tiene dos hélices, pero un record de accidentes bastante notable y preocupante… si el motor se hace “bagar-ap” como dicen acá…fuiste...comida para tiburones o estampada contra una montaña.
El vuelo salio a tiempo, que ya da para desconfiar, sin embargo tuve un feliz revoloteo y aterrizamos en la pista de coral compacta en Kira-Kira donde me esperaban para llevarme hasta la oficina. Si Auki era una aldea con dos calles transversales, Kira es una aldea con una y sin asfalto. El camino desde el aeropuerto a la aldea es digno de cualquier 4x4 que usan en el Dakar. Nosotros hicimos la penosa travesía en una Toyota Hilux que descartamos de la oficina de WV en Honiara hace unos meses y mandamos para acá (mi padres se acordaran de la maquina) Despues de rebotar un rato por el camino llegamos sin ningún inconveniente… es Toyota.
Las oficinas (gubernamentales, hospital y ONG’s) en Kira funcionan dependiendo de la disponibilidad de electricidad. Esta de más decir que no se hace mucho. Hay dos horas de electricidad de dudable e inestable voltaje por día. Como me hacia acordar a nuestros días de jóvenes en Angola!  
 WV por suerte tiene un generador que hace un quilombo igual al del Twin-Otter, pero produce electricidad por lo que pude presentar mis clases a los empleados con Power point. Termine con la garganta hecha percha porque el generador esta en el mismo cuarto en el que estábamos teniendo el entrenamiento así que me enfoque en gritar mas fuerte que el generador (y le gane). Todos muy contentos con la presentación. Hubo preguntas y atendí varias consultas medicas de los empleados luego de las presentaciones.
Al día siguiente de la charla de salud los junte de nuevo para iluminarlos con mis planes para el proyecto materno infantil que estamos planeando y discutir un poco cuales son las aldeas en las que ellos recomiendan comenzar a trabajar. Será mi suerte, pero el sitio elegido por ellos y los políticos acá es un grupo de aldeas al otro lado de la isla que involucra 5 horas de viaje en canoa motorizada a mar abierto- la misma historia de mi sufrido viaje a los arrecifes de Temotu que hice en mayo. Sin embargo ese es el lugar que tiene mas necesidad con un alto porcentaje de mortalidad materna e infantil. Así que allí estaremos en un futuro cercano, rebotando en el Pacifico en una canoa de 5 metros de largo con olas de 3 metros que nos azotan de todos los ángulos imaginables.

Quizás el desafió mas duro es conseguir un grupo de gente semi-calificada para este tipo de proyecto en una isla pequeña donde casi nadie fue a la escuela y nadie tiene mas que el equivalente a tercer año de la secundaria completo. Significara que pasaremos muchas horas entrenando al personal antes de poder salir a la comunidad a hacer el trabajo, pero se puede lograr. Hemos hecho este tipo de trabajo en Nueva Guinea con parteras que no saben leer ni escribir y esta funcionando bien. Al final del día todo depende en cuantas ganas le ponen al proyecto y el interés de todos de cambiar la comunidad para mejor. El programa internacional y oficial de World Vision materno infantil para entrenar a los voluntarios de salud de las aldeas (Community Health Volunteers) es un poco complicado, así que me he pasado una buena cantidad de horas modificándolo, simplificando y adaptándolo a esta cultura.

Después del día de trabajo me fui para el hostel donde iba a pasar las próximas dos noches. El lugar estaba bien, un poco sucio pero nada de que alarmarse. Me dieron una pieza de dos por dos con una ventana por la cual la suave brisa de 38 grados de afuera se rehusaba a ingresar. Al estar en el piso de arriba con un techo de chapa sin aislante  pegado a mi cabeza la pieza estaba en alrededor de 50 grados, por lo que hubiera sido genial recibir la brisa de 38 grados adentro, pero no. La pieza tenia un ventilador que estaba silencioso en la esquina mirándome con cara de “yo solo trabajo 2 horas por día macho” Bueno, pensé en darme una ducha o un baldazo o lo que hubiera, pero cuando llegue al baño compartido no había agua. Por supuesto porque la bomba de agua que bombea agua al edificio solo funciona cuando hay electricidad…. Ahhhh!
Como todavía había algo de luz solar salí a dar un paseo por la metrópolis, saque unas fotos. Me di una vuelta por el “puerto” donde también esta el mercado de nuez de betel. En la pequeña bahía estaba anclado un catamarán muy lindo pero nadie me supo decir de quien era.
Camine un rato mas tratando de esquivar los autos y asegurándome que los semáforos estén en verde antes de cruzar las avenidas. Después de un rato encontré a un grupo de muchachos jugando al fútbol al lado del hospital. Mientras mirabamos el partido me senté a charlar con algunas personas que pasaban y querían saber de donde era. La pregunta despues de decir que sos argento es si Maradona o Messi eran de mi misma tribu y aldea que yo. De la tribu si, pero no de la aldea. Aunque Maradona una vez estuvo en mi aldea y lo vi jugar al volei con los pies… les gusto la historia!
Callle principal de Kira-Kira que lleva al aeropuerto

Acá vive el generador más haragán de la historia. Silencio total… Arriba la segunda calle principal de la aldea.

Llego la noche y no volvió la luz. Abrí mi lata de atún y paquete de galletas marineras y me dedique a mi cena. Por suerte, hace un tiempo atras me ilumine y me compre un ipod touch la ultima vez que estuve en Australia, quiza la mejor compra que he hecho este año. Me da horas de entretenimiento. Pude escuchar algo de música, me dio luz, pude leer un rato varios libros que tengo guardados en el aparato y después mire una película. Mientras estaba en eso me empezaron a atacar los mosquitos. Estos me ficharon y se dieron cuenta que hace casi dos años que no me agarra malaria por lo que se empecinaron a cambiar la historia. Era una bandada con muchísima hambre casi me dejan seco. Lo único que me olvide en este viaje fue traer repelente, algo que siempre tengo en mi mochila, pero como en el ultimo viaje se termino me olvide de reponer… Si no me agarra malaria para la semana que viene va a ser corto de un milagro. Así pase la noche, con mucho calor, sucio y mordido.
Al día siguiente seguimos con el entrenamiento y también me tome un poco de tiempo para ir a ver el hospital y tratar de hablar con algunos de los enfermeros que trabajan allí. El Hospital sin comentarios, lo dejo ahí. Si me enfermo déjenme en la aldea para que me muera.  

 Por suerte la ultima noche tuve electricidad durante 40 minutos y enseguida me fui a darme un baldazo de agua (ya estaba considerando bañarme en el mar y quedar con la sal, los mosquitos lo hubieran apreciado) Para los mosquitos también tenia una sorpresa. Después de recorrer los 4 negocios chinos que hay en Kira-Kira conseguí un insecticida que se ocupo de mantener mi cuarto mosquito free.

Finalmente llego la hora de partir hacia casa de nuevo. Llegamos al flamante aeropuerto para hacer el check in, que implica que te miren de arriba abajo, aparentemente no se necesita ticket, por lo menos a mi no me pidieron nada. Cuando me hicieron subir a la balanza me di cuenta que íbamos a volver en el Twin-Otter porque como es un avión tan choto tienen que asegurase de no sobrecargarlo asi que tenes que subirte vos y todos los bolsos a la balanza. Luego de una hora de espera aterrizo el Twin-Otter.Tardaron una  media hora para llenarle el tanque de combustible al avion con una bomba de mano. El combustible estaba en un barril herrumbrado (mala señal).
 Este es el aeropuerto Internacional de Kira-Kira. Tiembla Heathrow. La pista de aterrizaje es del estilo futurista-moderno teniendo en cuenta el medio ambiente por lo que no se uso ningún tipo de cemento para su construcción.
 Vista de Kira-Kira desde el aeropuerto

 Llega el Twin-Otter y los técnicos aeronáuticos especialistas en combustibles ponen manos a la obra para la recarga de la aeronave mientras el supervisor da indicaciones y se fuma un cigarro de dudosa procedencia…

Despegamos sin inconvenientes y dejamos atrás a la isla de Makira para el vuelo que una hora mas tarde nos estaría dejando en Honiara y con mis amores de nuevo.
 

14 September 2011

Paso otro fin de semana y se van acumulando las horas bajo agua. Cuando compre mi equipo de buceo, que por cierto costo una buena cantidad de dinero, calcule que para cubrir los gastos de la compra tendría que hacer por lo menos 25 inmersiones. O sea que alquilar el equipo de buceo completo 25 veces cuesta lo mismo que comprar el equipo, con la única diferencia que una vez comprado y completado las 25 inmersiones el equipo me queda y lo puedo vender mas adelante y recuperar un buen porcentaje de lo que invertí. Es un deporte caro pero vale la pena y mas si uno tiene suerte de vivir en estas latitudes con la cantidad de vida acuática que hay. Se dice que en un solo arrecife del “triangulo de coral” - que abarca desde el sur de las Islas Salomón hasta el limite Oeste de Indonesia- hay 4 veces mas especies de vida marina que en todo el Caribe combinado. O sea, hay pocos rivales en el mundo para esta zona con la posible excepción del Mar Rojo (que me queda pendiente y después confirmo) A su vez la cantidad de barcos, aviones y submarinos hundidos en esta parte del mundo es inigualable. Lamentable por la perdida de vida e historias que cada uno de estas pilas de metal herrumbrado representa pero una gran atracción para los buzos actuales.
Mirando hacia afuera desde la bodega de Hirokawa Maru. Gracias Brad por la foto
Cuando uno esta a 30 0 40 metros de profundidad frente a estas paredes de metal, que ahora están casi totalmente conquistadas por corales albergando una vida acuática incomparable, se siente un profundo respeto por aquellos que perdieron sus vidas en la guerra mas grande de la historia. Si alguna vez tienen la posibilidad de ver la miniserie de HBO llamada “El Pacifico” producida por Tom Hanks, podrán apreciar lo que esos soldados pasaron esta pequeña Isla de Guadalcanal. Guadalcanal, una isla de la que nadie había escuchado hablar, que evocaba una exótica aventura en playas paradisíacas en 1942 pero que se convirtió en una pesadilla sin pasaje de retorno para muchos de los que emprendieron ese viaje.

El sol asomaba en el horizonte mientras preparábamos nuestros tanques y demás equipo con un grupo de amigos. Como muchas de las cosas de la vida, el mejor buceo se hace bien temprano a la mañana, cuando el mar esta calmo. Pese a la hora ya hacia 28 grados, que rápidamente se convirtieron en 32 en la costa. La temperatura del agua clavada en 29 grados (a 40 metros esta en 27) La consigna era recorrer dos barcos Japoneses hundidos en Noviembre de 1942, el Kinugawa Maru y Hirokawa Maru. Estos dos barcos quedan a solo 10 kilómetros de la puerta de mi casa y son accesibles facilmente desde la costa. Desafortunadamente esta vez no nos acompaño el tipo que tiene la maquina de fotos especial así que busque fotos de Internet para ilustrar. Ya somos veteranos de estos naufragios habiéndolos visitado en varias ocasiones, pero siempre encontramos algo nuevo para asómbranos. Hicimos el Kinugawa Maru primero, que es el barco de la foto superior izquierda. Este barco Japonés quedo varado luego de que lo bombardearan los aliados a poca distancia de la costa. Después de 68 años hay todavía una pequeña sección que queda afuera del agua (a diferencia de lo que ven en la foto en 1943). Es uno de los mejores sitios para hacer snorkel en la isla, porque al estar tan playo se lo puede acceder sin necesidad de aire. La popa que esta bastante completa esta a 25 metros de profundidad y alberga una gran cantidad de peces grandes como barracuda y mackarel y ocasionalmente, si hay suerte, algún tiburón. Esta vez había muchísimas rayas, siempre una linda experiencia verlas mientras uno no se acerque mucho ya que no queremos terminar como Steve Irwin. Lamentablemente había una correntada fuerte que complico un poco y mucha de la energía y aire que teníamos los usamos para mantenernos curso, pero estuvo todo bien, fue buena practica.


Foto izquierda: El Hirokawa Maru antes de ser bombardeado
Luego de una hora bajo el agua y un descansito en la costa del Kinugawa Maru nos movimos al Hirokawa Maru que esta a menos de 2 kilómetros hacia el Este. El Hirokawa Maru también fue hundido la noche del 14 de noviembre de 1942, pero no llego tan cerca de la costa como el primero. Durante los primeros años la proa quedo fuera del agua (como se ve en la foto de la derecha tomada en 1943), pero luego de 68 años el mar hizo su trabajo y se lo trago. La popa esta a 58 metros de profundidad y el resto partido entre 70 y 90 metros, demasiado profundo para visitarlo con aire normal (40 metros es el limite con aire normal siguiendo un estricto ascenso controlado que implica paradas de seguridad si no queres una embolia gaseosa) El Hirokawa Maru al estar mas profundo estuvo mas protegido de ser arrasado por gente que lo desarmo para llevarse las placas metálicas a través de los años. Bajo agua y volcado asi su izquierda es aun hoy una cosa imponente. Se puede ingresar a la bodega del barco y explorar el comedor y algunas de los compartimentos en donde dormían los soldados. Todo muy solemne.

Hay una gran cantidad de peces grandes muy curiosos, no tienen problema de acercarse a investigar y aprovechar a comer los pequeños peces y crustáceos que uno va levantando de la arena con las patas de rana. Aquí casi no había corriente y la visibilidad era impecable, fue sin duda el mejor buceo que he hecho en este barco desde que estoy en estas Islas.


El sábado a la noche hubo “movie night” en la escuela de Emy. Así es que nos fuimos para allá a ver la película nueva de los Pitufos. La pasaron en un proyector y la película era mas trucha que comprar zapatillas “Mike” en Encarnación. El sonido terrible, no se entendía nada y la imagen se corría de un lado para el otro y se salía de foco debido a lo poco profesional que fue el tipo que la filmo en el cine. La imagen quedo torcida hacia la derecha un rato, para mi que se fue al baño y la dejo apoyada a la cámara en la campera. A los 10 minutos estaban todos los gurises corriendo descontroladamente por el salón drogados con una sobredosis de gaseosas, caramelos y salchichas. Pero bueno, ellos la pasaron bien, la película siguió sin que nadie la este mirando y por fin fue hora de irnos.

Mientras manejaba a casa escuche por la radio BBC que Argentina estaba ganándole a Inglaterra 9-3 en el primer partido por el mundial de rugby. Desde que vivo por esta zona me he hecho un fiel seguidor de rugby. Aquí es un juego muy popular, como el futbol para nosotros. Argentina nos sorprendió y nos dio una gran alegría en el último mundial. Tanto es así que a partir del año que viene va a pasar a ser parte del Tri-nations, una competencia de rugby exclusiva para países del hemisferio sur. Antes era tri-nations porque juegan Nueva Zelanda, Australia y Sudáfrica, pero a partir del 2012 nos agregamos nosotros a la cuatri-nations? Yo sabia que estaba el partido, pero como buen padre elegí ir con mis hijos a ver la película truchada y me conforme de ver la segunda mitad del partido en casa, asombrado que lo estén pasando por el canal local de TV (solo tengo 3 canales en casa- Australia network, el canal local y la BBC) Y bueno, perdimos al final, pero le dejamos los dientes marcados. Veremos como sigue este mundial.


El domingo después de comernos unos ricos panqueques con dulce de leche casero preparamos las cosas para irnos a la playa. Ahí nos encontramos con amigos y comimos un rico asadito, los chicos se subieron a todos los árboles que encontraron y nos dimos un baño en el mar. Al volver a casa nos dimos cuenta que desde el viernes a la noche que no entraba agua en nuestro tanque así que estábamos con el tanque casi vacío y no estaba cargando para nada. Nos pegamos un baño ahorrando toda el agua que pudimos ya que nunca se sabe cuando se va a restaurar el servicio. El domingo a la noche no cargo nada de agua tampoco así que ahora si íbamos alambrando finito. Por suerte hoy lunes, Gissy se encontró con la gente del agua y les comento el problema (tenemos una llave maestra de agua enfrente de nuestra casa) y ellos nos abrieron la llave para que cargue nuestro tanque. Subiéndome al avión hoy al mediodía Gissy me comento que ya estábamos con medio tanque cargado y parece que iba a seguir. Espero que ahora se regularice un poco el tema este. Siempre hay que estar chequeando el tanque para ver cuanta agua hay. Es todo un drama esto del agua en Honiara. A medida que hay mas casas, mas gente y mas construcciones el tema del agua se agrava. El sistema existente no da abasto y nosotros dentro de todo tenemos suerte porque hay gente con hermosas casas en el “barrio exclusivo” de Ngnosi que periódicamente esta sin agua durante 2 o 3 semanas… la única solución en esos casos es comprar agua del río que es derivada a tu hogar por un camión cisterna.

Así paso el fin de semana.

Ahora estoy sentado en la metrópolis de Kira-Kira, en la Isla de Makira, al sur de las Islas Salomón, escribiendo esto con la poca batería que le queda mi compu porque aquí estamos sin luz eléctrica y sin agua y por lo que queda del dia de hoy aparentemente no promete volver. Lo positivo: del polvo, barro y transpiración que tengo en estos momentos ni los mosquitos se me acercan ... la vida en el Pacifico Sur.

 





5 September 2011

Buceo en el submarino Japonés I-1

El domingo por la mañana mientras el sol asomaba en el horizonte un grupo de 4 padres estábamos preparando nuestros equipos de buceo para festejar las primeras horas de nuestro día (día del padre por estos pagos es el primer domingo de septiembre) sumergidos en el océano Pacifico.
Luego de apilar nuestro abultado equipaje en la camioneta, salimos de Honiara y negociamos los 60 kilómetros de un camino de tierra bastante malo, badeando arroyos hasta llegar al punto más nórdico de la isla de Guadalcanal. Aquí nos desviamos levemente del camino principal y unos metros mas adelante estacionamos bajo unas palmeras en el centro de una pequeña aldea. Levantando la vista, mas allá de donde rompen las olas sobre el arrecife de coral que se divisa en la distancia de un mar azul intenso, esta sumergido, desde hace 68 años un submarino Japonés que fue destruido por el ejercito de Nueva Zelanda el 29 de enero de 1943.
El submarino Japones I-1 fue construido en 1926. Era un submarino de crucero que desplazaba 2135 toneladas y fue el primero de cuatro naves de su clase. Tenia 98 metros de eslora y 9.1 metros de manga. Para la guerra había sido equipado con 2 cañones de 140 mm, 6 tubos lanzatorpedos de 533 mm, y 20 torpedos propulsados por oxigenó.
Este mismo submarino participo en el ataque de Pearl Harbour (en Hawai) en 1941. Luego de participar en varios ataques alrededor de Hawai se dirigió a Japón y de allí hacia el sur. El 3 de marzo de 1942 este submarino hundió el vapor holandés de 8,806 toneladas Siantar en ruta a Australia desde Java.
El 29 de enero de 1943, durante la Operación Ke, los arrastreros armados neozelandeses HMNZS Kiwi y el HMNZS Moa, interceptaron este submarino I-1 y lo hundieron en batalla en la Bahía de Kamimbo, en donde nos encontrábamos nosotros.
Los aliados al inspeccionar los daños (el submarino quedo parcialmente fuera del agua) encontraron que códigos críticos permanecían aún abordo. El mando japonés trató sin éxito de destruir la nave usando ataques aéreos y submarinos durante días luego de la batalla para tratar de evitar que los códigos caigan en manos de los aliados. Sin embargo la Marina de los Estados Unidos recuperó 200 000 páginas de inteligencia: libros de códigos, cartas marinas, manuales y la bitácora de la nave. Durante años la proa del submarino permanecían sobre el agua (como ven en las fotos) hasta que en 1970 un caza-tesoros australiano en busca de metales valiosos detonó la sección de la proa del I-1. Esto causó mucho daño ya que varios torpedos con sus explosivos aún activos permanecían abordo. En corto voló todo al carajo. La sección de proa aún existe, pero abierta por la mitad y bajo 15 metros de agua. El tercio frontal del submarino ha sido destruido pero el resto del submarino queda aun relativamente intacto. La proa del I-1 esta a 30 m de profundidad.



Esta es la misma proa en las dos fotos. La primera foto en blanco y negro se saco en 1943, la otra la sacamos ayer pero a 15 metros de profundidad.

Uno de los torpedos que quedo a bordo del submarino. Se mira pero no se toca! Abajo: Dos fotos de los tanques de reserva de aire de lastre que quedan intactos (a unos 24 metros)

Llegar hasta el submarino demanda una nadada de alrededor de 700 metros hasta la pared de coral, todo contra corriente fuerte y luego negociar con cuidado el paso hacia el otro lado del arrecife donde la pared cae verticalmente 40 metros en las azules profundidades. De ahí nadamos unos 300 metros hasta donde esta la proa del submarino y recién allí bajamos los 30 metros hasta el motor para luego ir lentamente ascendiendo de nuevo hacia la pared de coral. Las fotos no están muy lindas porque la visibilidad aunque relativamente buena no estaba ideal y además las corrientes estaban fuertes lo que hacia que se levante bastante arena del fondo. Pudimos entrar en el submarino por una de las puertas e investigar el interior. Todavía hay unos torpedos sin detonar y algunos tanques de reserva de aire de lastre (que se usaban para bajar y subir el submarino)
Esta es sin duda una de los buceos mas interesantes que he hecho por lo que pude ver ademas de por la historia detrás de este fascinante submarino.
Uno de mis compañeros de buceo, Mark, pasando por una de las puertas de compresión.
Arriba: Entrada a las entrañas del submarino y la ultima foto es a 30 metros de profundidad, la proa, donde estaba una de las hélices del submarino

4 September 2011

Malaita, Islas Salomon

Esta semana fui a visitar la Isla de Malaita. Malaita es una de las provincias de las Islas Salomón y la Isla mas grande del país. Se encuentra a unos 200 kilómetros al Este de Guadalcanal (la Isla donde vivimos nosotros)
Viaje a esa zona porque pronto vamos a empezar a implementar un proyecto materno infantil en el sur de la Isla. Por ende me tuve que reunir con algunas personas del Ministerio de Salud, visitar el Hospital de referencia y hablar con los empleados de World Vision que estarán involucrados con el proyecto. A su vez dedique un día a dar una charla de salud a los empleados de World Vision abordando temas generales como presión arterial, diabetes, tuberculosis, VIH/SIDA y enfermedades de transmisión sexual. Estas charlas de salud son parte de un control medico general que se hizo a todo el personal de World Vision para detectar enfermedades crónicas como la diabetes e hipertensión arterial. Durante estos últimos meses se han hecho estudios médicos y análisis y yo ahora estoy haciendo el seguimiento de los pacientes que han sido detectados con problemas. Además estamos haciendo estas charlas de salud para educar a los empleados y enseñarles lo que es una dieta adecuada, como se puede prevenir la hipertensión y diabetes etc. Nunca me paro de sorprender de lo poco que sabe la gente sobre los mas básico en cuanto salud y alimentación inclusive (y a veces mas aun) aquellos con un nivel de educación avanzado como lo son algunos de los empleados de World Vision. Estas charlas y seguimientos los estoy haciendo en las 4 provincias en donde hay oficinas de World Vision en las Islas Salomón. Las charlas y seguimiento de pacientes ya esta completa en Honiara y entonces esta semana me fui a Malaita a hacer lo mismo con la gente allí.
Estas son unas fotos del barco en mi regreso a Honiara cuando había sol.
Hasta hace unos meses se podía volar a Malaita desde Honiara, pero recientemente cancelaron los viajes en avión por alguna razón que desconozco. Por ende la única otra opción es tomarse un catamarán que hace la travesía a diario. El catamarán sale temprano por la mañana. La noche posterior a mi viaje hubo una tormenta violenta, llovió toda la noche y el día amaneció lloviznando y gris. Antes de que saliera el sol estaba arriba terminando de preparar mis cosas y después me fui al puerto. Mientras manejaba hacia el puerto iba relojeando las olas que reventaban contra el muro de protección al lado de la carretera.
Por suerte al llegar al puerto ya estaban cargando el barco con el equipaje de la gente y una cantidad de bolsas con diversos contenidos como arroz, batatas, cocos, bananas, unos chanchos, gallinas y demás alimentos. Como nunca habia hecho este viaje no sabia que me esperaba. Hasta ahora todo bien, mirando el catamarán parecía relativamente nuevo y en buen estado. Luego de luchar contra la marea de gente que estaba en la cola logre ingresar al catamarán justo antes que se habrán los cielos de nuevo y me encontré con la agradable sorpresa de un interior relativamente limpio y para mi asombro el barco tenia aire acondicionado (y mas sorpresivo aun es que funcionaba) Me decidí por un lugar y acomode mis cosas abajo del asiento listo para 4 horas de travesía piratesca en el mar del sur. No me podía quejar para nada, afuera llovía a cantaros mientras trataban de atar las últimas bolsas en la proa, pero nosotros adentro estábamos secos y relativamente cómodos a pesar de la cantidad de gente viajando en un espacio chico. Esto comparado a los viajes en las piraguas con motor fuera de borda no tenía comparación. Y Dios sabe que he hecho mis buenas hora en piraguas con motor fuera de borda en el medio del océano pacifico bajo el intenso sol tropical y algunas veces bajo la lluvia y viento tropical, y hasta algunas veces en la oscuridad de la noche, que es muuyyyy oscura cuando no hay luna y uno esta a mas de 200 Km de la fuente de luz eléctrica mas cercana.
Mirando hacia afuera a la tormenta que azotaba antes de salir. La otra foto es del interior del catamarán, de 10!
Finalmente zarpamos y bajo la lluvia y un oleaje importante que nos mecía con dulce violencia nos dirigimos hacia el Este. Luego de unas dos horas llegamos hasta las Islas Florida. Un conjunto de Islas que forman la provincia Central. Estas Islas se pueden ver desde Honiara en días claros. Paramos en tres aldeas para cargar mas pasajeros y bolsas. En estas aldeas como en los pueblos de Argentina hace unos años atrás, la llegada del barco (como la del tren en Argentina) es EL acontecimiento del día, y viene toda la aldea a ver. Luego de descargar algunas gallinas y cargar algunos chanchos el catamarán se dirigió por unos pasadizos angosto (casi parecía un río) haciéndole el finito a los arrecifes de corales y bordeando las paredes de jungla verde e impenetrable que se levantaban a ambos lados. La verdad que es una zona hermosa. Al pasar por allí me prometí que tenemos que venir con la familia a pasar un fin de semana es este lugar. El buceo dicen es fascinante con una gran cantidad de tiburones y rayas además de varios barcos que fueron bombardeados y luego naufragaron durante la segunda guerra mundial. Tardamos una media hora en navegar por estos pasadizos entre las islas y los arrecifes hasta atravesar la provincia y salir al otro lado, nuevamente a enfrentar el mar abierto. Las próximas dos horas de viaje fueron sin sobresaltos aunque el mar seguía bastante agitado. Aunque dejo de llover el cielo seguía bastante encapotado por lo que las pocas fotos que saque lamentablemente faltan de color para demostrar la belleza de las Islas de la provincia Central.

Hacia el mediodía llegamos a Malaita. La capital de Malaita se llama Auki y allí es donde esta la oficina central de World Vision para esa provincia (hay otra mas pequeña en el sur de la isla). Auki es una metrópolis de 6,900 habitantes, un basural con 2 calles asfaltadas que la seccionan en 4 partes y un par de negocios que venden noodles, arroz, galletas saladas y cerveza- dieta obligada de los que viven en zonas urbanas tan progresistas como Auki. El mercado es un asco, esta al lado del puerto. Luego de la lluvia torrencial de los últimos días había muchísimo barro mezclado con la escupida roja de la nuez de betel. Aunque había una variedad aceptable de frutas y verduras a la venta todo estaba sucio, mas sucio de lo normal. Seguí caminando para la oficina con mi bolso en mano sin mirar atrás y decidido a hacer una dieta exenta de vegetales crudos por la duración de mi estadía.
La oficina de World Vision en Auki tampoco es ninguna maravilla. Esta ubicada en un segundo piso, justo arriba de un restaurante chino. Al lado de la escalera para subir a la oficina rebalsan unos tachos de 200 litros llenos de basura variada la cual es paciente y constantemente investigada por unas 5 o 6 ratas del tamaño de gatos bien comidos.
En fin, la tarde me la pase presentando mi charla y hablando con el personal tratando de resolver algunos problemas de salud que presentaron y explicando como prevenir enfermedades etc. etc. Finalmente a la tardecita me llevaron al motel donde iba a pasar la noche. Así como el barco, el cuarto del hotel fue una agradable sorpresa. El cuarto aunque básico tenia lo esencial y por sobre todas las cosas estaba impecablemente limpio y con baño propio!

Al día siguiente visite el Hospital. El Hospital fue construido por los británicos en la era cuando ellos estaban a cargo del país. Aunque es evidente que hay un mínimo mantenimiento en los últimos 40 años (esta mas limpio que el Hospital central de referencia aquí en Honiara) podrían hacer mucho, mucho mas. Tienen un ala para pacientes con tuberculosis que esta muy lindo y es mas nueva que el resto de las instalaciones. Mi visita era principalmente para hablar con la gente de pediatría y obstetricia en referencia al proyecto materno infantil que estamos por implementar en el sur de la isla y ver un poco las instalaciones a las cuales podríamos derivar los niños con problemas en las aldeas donde vamos a trabajar . Entrar en pediatría y ver a la cantidad de niños desnutridos que tienen internados en un país como este en donde podes tirar semillas en donde se te cante y crecen cosas es patético y muy frustrante. En su mayoría son niños cuyos padres no los han cuidado de manera adecuada por dejados que son. Los traen al hospital ya cuando están muy graves. Para agregar a estos problemas las enfermeras no están capacitadas para atender a casos de desnutrición severos. Parte de este proyecto enfoca a la capacitación de trabajadores de la salud para atender a casos de desnutrición y hacer prevención. Esperemos que con este proyectos que estamos por implementar la suerte de estos niños en el sur de esta isla cambie y no necesiten pasar un solo día en ese Hospital por enfermedades que se pueden prevenir como la desnutrición, malaria, diarrea e infecciones de vías respiratoria que son las principales causas de muerte de los niños menores de 5 años de este país.
 Arriba: Bebe que hace un mes nacio con 1.350 gramos en una aldea lejana. Ahora de un mes con 2.200 gramos. Abajo ninio de 18 meses con kwashiokor (segunda admision)

 Después de la visita al Hospital me llevaron a dar una vuelta por la metrópolis y saque algunas fotos de la aldea de Auki desde una montaña para que tengan una vista panorámica. Desde ya que es un lugar hermoso- desde la distancia. Lamentablemente la parte central de la aldea no es demasiado linda, tanto es así que ahora que miro mis fotos no encuentro ni una para mostrarles las dos calles asfaltadas y el restaurante del chino de abajo que vende comida vencida. Será para la próxima.
La metropolis de Auki. Desde la distancia es bastante bonito...
El viaje de vuelta a Honiara fue sin sobresaltos, el mar aunque no calmo estaba mas tranquilo que a la ida. Finalmente luego de 4 horas de navegar amarramos en el puerto de Honiara donde me esperaba Gissy y los chicos para llevarme a casa mientras el sol se hundía en el horizonte bajo el mar. Buena semana de balance positivo.