La ciudad de Kuala Lumpur fue una gran sorpresa, y de las agradables por suerte. Lamentablemente tengo que admitir que Kuala Lumpur, capital de un país emergente como es Malasia en el sureste asiático es una ciudad mucho mas avanzada, limpia y organizada que Buenos Aires. Autopistas impecables conectan el aeropuerto y otros puntos importantes de la ciudad entre si. Tiene una población de 7.2 millones y al estar localizada solo 3 grados al norte del ecuador el clima es tropical, no diferente a lo que estamos acostumbrados aquí en las Islas Salomón. La riqueza cultural y arquitectura de sus edificios no tiene comparación y hace de esta ciudad una parada obligada cuando se esta en esta parte del mundo.
Quizás lo mas destacado de la ciudad aparte de ser cede de importantes eventos internacionales deportivos y culturales es la cantidad de centros comercial que tiene. Aquí de nuevo Kuala Lumpur deja a Buenos Aires comiendo tierra. Hay docenas de centros comerciales en toda la ciudad. Yo me había quedado impresionado con el MBK de Bangkok y otros centros comerciales de esa ciudad, pero en KL todo el resto queda chico. Los centro comerciales son impresionantes, la comida barata y la ropa y demás indumentaria muy accesible (excepto quizá lo electrónico) Llevaría varios días poder recorrer todos los centro comerciales de la ciudad. Gissy por supuesto encantada con todo lo disponible al alcance de la mano, tan diferente a los sucuchos chinos que tenemos de “negocios” en Honiara sin acceso a nada diferente. Con decirles que en uno de los centros comerciales llamado Times Square hay una montaña rusa enorme bajo techo que cubre varios pisos del centro. Uno puede ver como se desliza los carritos de la montaña rusa mientras esta recorriendo el centro y ni les cuento lo que se siente estar en el carrito y ver a la gente mientras uno pasa el caída libre del décimo piso al cuarto y después asciende hasta el décimo segundo donde se hace un doble giro mortal para luego quedar colgado y tener el privilegio de ver a la gente (grandes como hormigas) que te miran desde abajo con cara de asustados… tenia que hacerlo era parte de la entrada que pague para que los chicos anden en los autitos chocadores y la calesita.
Paramos en un hotel decente, aunque bastante decaído por falta de mantenimiento. Lo bueno es que era tipo departamento, con dos dormitorios y una buena cocina con living. Desde nuestro departamento en el piso 15 se observaba el panorama que se observa en la foto y desde el pasillo se veían las torres Petronas como se ven en la foto.
La ubicación no era mala tampoco, estando cerca del centro y a pocos metros de una parada de colectivo que nos dejaba en la estación de subte. El transporte público en KL es barato y bueno. Si no se quiere usar el transporte público los taxis también hacen buenas tarifas (aunque a veces hay que pelearlas un poco)
El icono de Kuala Lumpur son sin dudas las torres Petronas. Estas torres fueron los edificios mas altos del mundo hasta Octubre del 2003 cuando se completo la construcción de Taipei 101 en Taiwán. Actualmente son las torres gemelas mas grandes del mundo con 452 metros. Estas torres de 88 pisos de hormigón armado y una fachada hecha de acero y vidrio, se han convertido en el símbolo de la ciudad y se ven de casi cualquier punto de la misma. Lo interesante aquí es que fueron diseñadas por un arquitecto argentino, César Pelli y terminadas en 1998. Las torres evocan motivos tradicionales del arte islámico, haciendo honor a la herencia musulmana de Malasia. Pelli utilizó un diseño geométrico islámico en su planta al entrelazar dos cuadrados, de tamaño gradualmente decreciente en la parte superior, la cual está basada en un motivo muy tradicional en la cultura islámica: una estrella de 12 picos incluyendo un círculo en cada intersección. La construcción de las torres comenzó en 1994.
Al pie de la torre se encuentran el Kuala Lumpur Convention Center (KLCC) y por supuesto no podía faltar un inmenso centro comercial que se llama Suria kentuki. En el lado Oeste de las torres hay un extenso parque con fuentes de agua, lugares para correr, unas piletas para los chicos y juegos infantiles. Fue de hecho el lugar predilecto de nuestros niños que disfrutaron inmensamente de los juegos mientras Gissy y yo nos maravillábamos con las torres que se elevan como gigantes. Durante la noche las iluminan y dan la ilusión de torres hechas de cristal.
La última noche que pasamos en la ciudad fuimos hasta las torres para que los chicos gasten un poco de energía antes del largo vuelo de vuelta, poder disfrutar de la vista de las torres y comer algo rico en el centro comercial. La noche era hermosa, calida y con una luna llena que iluminaba todo.
1 comment:
que copadas las torres y muy lindas tanto de día como de noche, bien ambientado el lugar con el parque para pasear, que hermoso viaje que han hecho.
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