Aquí en Guinea son frecuentes los aludes debido a los terremotos y la gran cantidad de lluvia que recibe el país. El desmoronamiento de media montaña puede suceder en minutos y bloquear la única carretera, dejando la población o aldea aislada.
Últimamente hemos estado recibiendo mas lluvia de lo normal y han habido varios casos de esta índole. ADRA respondió recientemente a uno de estos desastres naturales en donde una gran aldea quedo totalmente aislada de la ruta. De esta manera no se puede proveer a la gente de alimentos a menos que se los lleve por helicóptero. Al mismo tiempo debido a la magnitud del alud muchas casas y quintas fueron afectadas. En Guinea la mayor parte de la población rural vive de lo que cultiva. El perder una cosecha significa no tener nada que comer hasta la próxima estación. Así el caso de estas familias afectadas, que aunque no fueron muchas decidimos ayudarlas por la distancia en la que se encontraban y por no tener otra forma de acceder a alimentos.
En general no soy muy partidario de la distribución de alimentos a menos que sea en zonas de guerra como se hacia en Angola ya que siempre hay que buscar la manera en que la gente se ayude a si misma en vez de darle “de arriba”. En este caso medio imposible, porque también hay que tener la panza llena para poder trabajar. Antes de la distribución de alimentos se acordó que la reconstrucción de los hogares y nueva plantación estará a cargo de la comunidad con ayuda solo técnica de ADRA.

Las fotos son de la distribución de alimentos que se realizo. Con poco mas de 3,000 dólares se aseguro la alimentación de esta comunidad hasta la próxima cosecha. Muchas veces son estos pequeños proyectos los que tienen mas impacto en una comunidad pequeña que aquellos proyectos multimillonarios que picotean en todas partes pero cuya ayuda económica y técnica nunca parecen llegar a las personas mas necesitadas.